lunes, 10 de octubre de 2016

PROYECTO REMODELACIÓN





Alabado sea Jesucristo


 


En 1999 nos fue donado el inmueble donde se encuentra actualmente la casa hogar “Hogares de la Caridad, A. C.” edificio que fue construido como Colegio y posteriormente tuvo diversos destinos: asilo de ancianos, casa de recuperación para sacerdotes enfermos, casa hogar y otros.  Cuando la Sra. Ana María Romo de Díaz nos donó el lugar nos hizo una indicación: que fuera destinado a personas de bajos recursos y a lo largo de este tiempo eso hemos buscado: brindar servicio de amor a niños y jóvenes con discapacidad severa que además tengan fuertes carencias.


Cuando iniciamos nuestro apostolado en este lugar lo hicimos con doce niños y muchachos que vinieron a darle vida a este lugar que había permanecido sin uso durante un año aproximadamente.  No fue necesario hacerle grandes modificaciones, nos lo donaron con las adaptaciones y el mobiliario que en ese tiempo cubrían las necesidades que se tenían para atender a estos doce muchachos.


Poco a poco fuimos recibiendo más niños y eso hizo necesario realizar modificaciones a la casa hogar: se remodeló y amplió la capilla, se ampliaron dormitorios, se hicieron roperías, se construyeron áreas para bañar a los muchachos, se modificó y equipó la cocina, se renovó el equipo de lavandería, etc. pero llegó el momento que nos vimos superados por el número de beneficiarios que atendíamos, habíamos pasado de doce a treinta y dos y seguíamos recibiendo solicitudes de ingresos de muchachos con fuertes necesidades.


Tenemos la certeza que Dios tocó el corazón de personas generosas que al conocer las necesidades de estos muchachos sintieron el impulso de apoyar esta Obra y fue así que en noviembre de 2014 se inició la obra de remodelación integral de la casa hogar a fin de poder recibir más beneficiaros (se tendrá capacidad para cincuenta) y que la casa sea un espacio alegre, iluminado, amplio y confortable que se refleje en el bienestar de los chicos de Hogares de la Caridad.


La remodelación inició en la planta alta donde se construyó el área administrativa, consultorio médico, farmacia, cocina y comedor, área de terapia, lavandería, baños y además se remodeló el área de bodega y despensa y se habilitará una terraza.


Actualmente se está trabajando en la planta baja donde se contará con capilla, recepción, siete dormitorios, un cuarto de cuidados especiales (para evitar propagación de enfermedades contagiosas y atender muchachos que requieran una atención más cercana), área de enfermería, área común, dos áreas verdes dentro de casa, jardín y patio, cuatro áreas para baño de los muchachos, baños y un área para hidroterapia.


Además de la Fundación que inició con este proyecto de remodelación y quienes han aportado la mayor parte del recurso económico (es una organización tapatía que ha pedido permanecer en el anonimato) se han sumado el Gobierno del Estado de Jalisco a través de la Secretaría de Desarrollo e Integración Social y el Instituto Jalisciense de Asistencia Social así como la Fundación Banorte.


Confiamos que pronto podamos responder a varias de las solicitudes de ingreso para que más niñas, niños y jóvenes puedan ser atendidos con el cariño y la calidez que requieren y los que formamos parte de esta obra nos entreguemos al servicio de amor incondicional a favor de estos chicos que sabemos Dios ha puesto a nuestro cuidado.


 

Discurso del Papa Francisco en el Hospital Universitario Infantil de Cracovia (29.07.2016)


Queridos hermanos y hermanas:

 

No podía faltar, en esta mi visita a Cracovia, el encuentro con los pequeños ingresados en este hospital. Os saludo a todos y agradezco de corazón al Primer Ministro las amables palabras que me ha dirigido. Me gustaría poder estar un poco cerca de cada niño enfermo, junto a su cama, abrazarlos uno a uno, escuchar por un momento a cada uno de vosotros y juntos guardar silencio ante las preguntas para las que no existen respuestas inmediatas. Y rezar.

 

El Evangelio nos muestra en repetidas ocasiones al Señor Jesús que encuentra a enfermos, los acoge, y también que va con gusto a encontrarlos. Él siempre se fija en ellos, los mira como una madre mira al hijo que no está bien, siente vibrar dentro de ella la compasión.

 

Cómo quisiera que, como cristianos, fuésemos capaces de estar al lado de los enfermos como Jesús, con el silencio, con una caricia, con la oración. Nuestra sociedad, por desgracia, está contaminada por la cultura del «descarte», que es lo contrario de la cultura de la acogida. Y las víctimas de la cultura del descarte son precisamente las personas más débiles, más frágiles; esto es una crueldad. Sin embargo es hermoso ver que, en este hospital, los más pequeños y necesitados son acogidos y cuidados. Gracias por este signo de amor que nos ofrecéis. Esto es el signo de la verdadera civilización, humana y cristiana: poner en el centro de la atención social y política las personas más desfavorecidas.

 

A veces, las familias se encuentran solas para hacerse cargo de ellos. ¿Qué hacer? Desde este lugar, donde se ve el amor concreto, diría: multipliquemos las obras de la cultura de la acogida, obras animadas por el amor cristiano, el amor a Jesús crucificado, a la carne de Cristo. Servir con amor y ternura a las personas que necesitan ayuda nos hace crecer a todos en humanidad; y nos abre el camino a la vida eterna: quien practica las obras de misericordia, no tiene miedo de la muerte.

 

Animo a todos los que han hecho de la invitación evangélica a «visitar a los enfermos» una opción personal de vida: médicos, enfermeros, todos los trabajadores de la salud, así como los capellanes y voluntarios. Que el Señor os ayude a realizar bien vuestro trabajo, en este como en cualquier otro hospital del mundo. Y os recompense dándoos paz interior y un corazón siempre capaz de ternura.

 

Gracias a todos por este encuentro. Os llevo conmigo en el afecto y la oración. Y también vosotros, por favor, no os olvidéis de rezar por mí.

CAMBIOS QUE SE QUIEREN LOGRAR EN LOS BENEFICIARIOS





  • Buscar que los niños superen el trauma del rechazo, maltrato, abandono, etc.
     
  • Mejorar su salud con una mejor alimentación y atención médica.
     
  • Mejorar sus condiciones físicas y el desarrollo de sus capacidades motrices con terapias y rehabilitación.
     
  • Mejorar su comunicación, a través de su inter-relación con otras personas y terapias de lenguaje.
     
  • Reforzar su autoestima, seguridad y confianza en sí mismos a través del trato digno de persona a persona.
     
  • Lograr que los niños vivan más felices, que se sientan amados y que crezcan y se desarrollen en un ambiente de familia.
     
  • Que los tutores reconozcan el valor y la dignidad de la persona de sus hijos y la posibilidad real de que son capaces de avanzar en su recuperación.
     
  • Lograr que los tutores se involucren con amor y paciencia en la atención y recuperación de los niños.